Seguros

Estamos a unos días de despedir el año, y no quería darte solo algunas palabras motivadoras sobre cómo deberías comenzar tu 2021 y todo eso, así que mejor te comparto 12 propósitos financieros que seguramente te ayudarán a conseguir el resto de propósitos que te hagas para este año nuevo.

1. Cambia tu mentalidad con respecto a las finanzas:

Si aún crees que no necesitas conocer tantos detalles sobre créditos, tasas, impuestos y demás “cosas complicadas” del mundo de las finanzas, déjame decirte que estás cometiendo un error muy grave. Tener un dominio de ésto te ayudará a ser más inteligente en tus gastos, administración e incluso incremento de ingresos. La educación financiera te da autonomía, así que empieza a considerar integrarla en cada aspecto de tu vida.

2. Determina tus metas financieras

Ya he hablado mucho sobre lo importante que es tener bien definido cuál es nuestro objetivo, o sea, qué queremos llegar a hacer con nuestra lana, porque una vez que sepamos esto nos será mucho más sencillo ahorrar, recortar gastos o encontrar formas más austeras de vivir. Una meta te dará la motivación que te hace falta. 

3. Haz un presupuesto

No me canso de decirlo, porque sencillamente no hay forma de organizar tus finanzas si no conoces primero cuánto tienes, cuánto gastas, cuánto puedes ahorrar y dónde hacer recortes. Si eres consciente de esto y lo sumas a tus metas podrás priorizar y analizar las fugas de dinero para conseguir más rápidamente aquello que te propones. ¡Serás imparable!

4. Controla tu deuda

Estás en un muy buen momento para resolver tu vida crediticia, si ya tienes una deuda hay que contemplarla en tu presupuesto para irla disminuyendo sin descapitalizarte, pero si puedes siempre será mejor ponerte al corriente ¡ya! Por otro lado, si eres de los que piensa gancharse con un crédito te recomiendo investigar bien quién te da la mejor tasa de interés, una decisión bien informada es esencial para controlar tus finanzas.

5. Busca cambios

La gente quiere comenzar el año haciendo todo tipo de cambios, de dieta, de hábitos, bueno, ¿por qué no hacer esto también en las finanzas? Analiza tu situación y revisa qué estás haciendo mal, quizá es momento de buscar otra fuente de ingresos, cambiar de empleo o sencillamente adaptarse a un nuevo estilo de vida. ¡Piénsalo bien y lánzate por ello!

6. Haz crecer tu fondo de emergencia

Creo que si algo nos ha enseñado este año es que nunca sabemos qué puede pasar, así que es mejor estar preparados. Como recomendación te digo que comiences a ahorrar más en tu fondo de emergencia para hacer frente a cualquier evento inesperado.

7. Piensa en tu retiro

El tiempo no perdona y no te haces más joven cada día, como sabes tu pensión en el futuro serán los ahorros que juntaste ahora, así que si no tienes un plan para cuando llegues a la edad del retiro te las verás muy difícil. Comienza este año con esto en mente, yo sé que pueden parecer muchas cosas que hay contemplar pero seguro poco a poco encontrarás la forma de administrate para integrar estos ahorros necesarios para tu vida.

8. Cuida  tu salud

Aunque no lo creas, la salud y las finanzas tienen mucha relación. Acude a tus chequeos, vacunas y haz las consultas necesarias para evitar gastos mayores de urgencia en el futuro y tener todo controlado para seguir trabajando en la mejor condición. 

9. Controla los gastos hormiga

Casi puedo estar seguro que una persona al mes puede gastar alrededor de $1000 en cosas pequeñas del día a día. ¿Qué tal si ahora hacemos algo diferente con esa lana? Combina tus deseos con nuevos hábitos que te ayuden a economizar, por ejemplo puedes comenzar a preparar tus comidas y snacks. Tú sabes mejor que nadie qué necesitas cambiar en tu vida para evitar los pequeños gastos adicionales. 

10. Aumenta tus ingresos

Seguramente más de una vez has pensado que con la lana que ganas no te alcanza, y bueno, ¿qué te detiene para cambiar ello? Busca darle un plus a tu vida con un emprendimiento, aunque sea chiquito, ve agarrándole cariño a hacer algo por pasión y por mejorar la salud de tus finanzas, quién sabe quizá termine sustituyendo tu ingreso principal. 

11. Invierte

Si este 2020 no te animaste a invertir, arriésgate el año que viene, infórmate de los instrumentos que hay en el mercado y ve agarrándole el gusto a hacer rendir más tu dinero de una forma diferente.

12. Renueva

No podemos olvidarnos también de darnos un refresh, los costos también pueden ser una inversión necesaria, quizás necesitas hacerte de equipo nuevo para mejorar tu productividad y desempeño, quizás algunas remodelaciones podrían facilitarte tu día a día, o incluso renovarte a ti mismo con cursos que exploten tus habilidades y dones. Nunca rechaces una inversión que te haga crecer.

Si alguna vez has pedido un financiamiento seguramente te entregaron una tabla de amortización, pero ¿sabes qué es?

Comencemos con la definición, una tabla de amortización es un documento que te informa cómo vas a ir pagando tu financiamiento, incluyendo detalles como periodos, pagos iniciales, y aspectos del producto, todo muy bien desglosado. ¡Ojo! Si a la hora de estar revisando esta tabla te entran varias dudas o ves poco claro el tema de las tasas de interés y pagos iniciales, siempre es mejor preguntar a quien te está atendiendo, o retirarte y volver cuando hayas revisado bien cada detalle.

¿Y qué la compone?

Primero que nada en ella debes encontrar los datos de identificación de la empresa que lo emite, del cliente y del crédito, así como la fecha de elaboración.

Además de estos conceptos:

• Fecha o número del periodo
• Importe o cantidad que se abona al capital
• Monto de intereses ordinarios
• El IVA de los intereses
• Las comisiones
• En algunos casos las primas de los seguros obligatorios.
• La cantidad total que el cliente deberá pagar en el periodo
• El saldo insoluto, o lo que te falta por pagar, del periodo de que se trate, el cual se determinará restando al saldo insoluto del periodo inmediato anterior, el importe del abono al capital.

Recuerda que un crédito se puede otorgar con tasas de interés fijas o variables, esto también debe especificarse en la tabla. Analiza muy bien ésto para tomar decisiones que se adecúen mejor a tu presupuesto y la variabilidad de ingresos que podrías a lo largo del periodo de crédito.

Ya nos llegó el invierno, las brisas frescas y las ofertas. En cuestión de nada estaremos más encerrados que nunca en el año, pero, quedarse en casa ya no es sinónimo de ahorrar.

Ahora que cada día hay más empresas sumándose al comercio electrónico debemos entender que sí, tenemos un mundo de posibilidades, pero también de gastos al alcance de la mano. Y al estar en el sofá calentito y con tiempos de ocio, comprar se vuelve una gran tentación.

Así que vamos a repasar un par de cosas que las personas consumimos más en temporada de invierno sin darnos cuenta. Pon atención e identifica en cuáles puedes ahorrar.

1. La calefacción. ¡Uy! estar a gusto en el sillón viendo una película con la calefacción a todo lo que da es un gran placer de esta temporada, apenas baja tantito la temperatura y ya andas apresurándote a prenderla. Calma, no digo que sea malo, pero sí debes medir sus tiempos de uso y ver en qué horario es mejor aprovecharla.

2. Comida a domicilio. Otra tendencia que viene a partir del otoño es la de quedarse en casa y pedir la cena ya hecha, así uno se queda más tiempo con la familia, la pareja o los amigos y come rico sin preocuparse. Pero ojo, esta pereza por cocinar se puede convertir en un muy mal hábito que afecte fuertemente a tu bolsillo.

3. Comer de más. Bueno si a lo anterior le sumamos una lista interminable de snacks que resguardamos en la alacena como si fuésemos a invernar, el gasto se incrementa, y también nuestros kilitos. Trata de controlar la tentación de comer a toda hora, y busca snacks sanos, ricos y económicos para cuando quieras sentarte frente a la televisión.

4. Comprar desde el celular. Te recomiendo desinstalar las aplicaciones de compras en línea porque son una gran fuga de dinero, a veces parece que con solo ver el icono o una notificación nos llama y terminamos entrando a la app y gastando en cosas que ni nos pasaban por la cabeza. Limítate a entrar a estas tiendas desde dispositivos que no accedas tan fácilmente, como laptops o PC, tu bolsillo te lo agradecerá.

5. Suscribirse a todo para pasar el rato. Al quedarse en casa es normal que busques cosas por hacer, y hay un sinfín de actividades y servicios que te brinda internet para entretenerte. Pero, medita bien antes de darle comprar a esa suscripción, ¿tienes ya otro servicio que te brinde algo semejante?, ¿cuánto lo usarás?, ¿puedes intercalar y pagar un mes una suscripción y luego el siguiente otra, o necesitas estar activo en todas las plataformas al mismo tiempo?

6. Finalmente, el cambio de armario. Al parecer muchos toman esta temporada como un momento de renovación, y nos creamos un montón de expectativas y necesidades que quizás no son tan “necesarias”, una de las formas más sencillas de renovarse es cambiar el guardarropa, ¡aguas! no compres por comprar, los abrigos duran mucho tiempo y a veces no le alcanzas ni a dar la vuelta a tu armario, antes de empezar a añadir productos a tu carrito, revisa bien lo que tienes en casa y planea nuevas combinaciones con lo que aún puedes aprovechar.

Con la extensión de la cuarentena muchos tienen que quedarse en casa, y aunque al principio parecía algo bueno para nuestro bolsillo, pues, ya no gastamos tanto en gasolina ni comidas compradas; la verdad es que, después de un largo periodo de encierro, los gastos de la casa son los que nos pasan factura. Principalmente en el tema de servicios, pues la energía eléctrica, el agua, el gas y demás son mucho más utilizados. 

Así que aquí te van algunos consejos, o pequeñas inversiones, que podrán ayudarte a ahorrar dinero y energía desde casa.

• Utiliza aireadores, estos pequeños aparatos se colocan en los grifos y te ayudan a reducir hasta un 50% el consumo de agua sin afectar la presión.
• Revisa cada dos semanas si hay posibles fugas o desperfectos que a la larga te van a causar un problema más costoso de arreglar.
• Instala una regleta o supresor de picos con botón de apagado para enchufar múltiples aparatos que nunca quedan apagados del todo, como la televisión, consolas, reproductores y demás. Ese pequeño foquito rojo gasta más energía de la que crees.
• Acondiciona la casa a la temperatura que te agrada, tener mucho tiempo prendido el aire acondicionado no es bueno para tu bolsillo. Busca utilizar más las ventanas, puertas e incluso incorporar plantas que te ayuden a aportar humedad.

Seguro conoces otros trucos para ahorrar desde casa, e incluso puede que te brinques unos cuantos y pienses que no es muy necesario aplicarlos. Pero, nomás te digo, no sabremos por cuánto tiempo más durará esta contingencia, mejor ser precavido y pensar en el pequeño gran ahorro a largo plazo.

¿Alguna vez has pasado por un fraude bancario?, ¿qué pensaste?: “eso nunca me va a pasar a mí”.

Si eres uno de los que han vivido ello, o bien que considera que no corre ningún riesgo, déjame decirte que México es el país con más reportes de fraudes en tarjetas de crédito en todo el mundo. Y que incluso, a raíz de la pandemia estos eventos se han multiplicado exponencialmente, pues cada vez son más los usuarios que registran compras en línea.

Ahora que sabes esto, ¿sabes cómo prevenirlo? Aquí te doy unos consejos muy prácticos:

1. Nunca tires tu información sin antes destruirla. Así es, tus plásticos, estados de cuenta y todo documento que consideres es “basura” debe ser desechado en un estado irreconocible para que nadie pueda hacer uso de tu información.
   
2. Reporta los extravíos. Aunque esto no sea inmediato, podrás defenderte ante autoridades y alegar con evidencia movimientos que no hiciste.
   
3. No compartas datos. No importa si es tu pareja, mamá, papá o mejor amigo de toda la vida, siempre desconfía de los medios digitales para enviar información como contraseñas, cuentas, e información personal.
   
4. Olvídate de guardar tus contraseñas. Sí, puede ser un tanto molesto tener que escribir la contraseña cada que quieras iniciar sesión, o incluso puede ser que se te olviden con frecuencia; pero siempre es mejor hacer ello a que caigan en manos equivocadas.
   
5. Activa las notificaciones. Todas las tarjetas te ofrecen servicios de alerta cuando registran una compra, solo así podrás reaccionar de inmediato frente a un fraude y solicitar su bloqueo.

Cada que vayas a registrar tu información o bien realizar una compra en línea revisa que la página sea segura, échale un vistazo al dominio y a los indicadores de seguridad como el protocolo https en la barra de direcciones.

Así que por fin tomaste la decisión, compraste un auto. ¡Felicidades, ya lo tienes! Ahora sigue disfrutarlo, pero, también hay que cuidarlo para que lo aproveches al máximo. ¡Ojo! Todavía no te quites la cachucha de financiero, hay ciertas cosas que debes saber al momento de usar tu auto para que le saques el mayor provecho financiero. ¡Aquí te lo explico todo!

Primero hablemos de la garantía. Si compras un auto nuevo lo más común es que venga con una garantía de fábrica, ¿qué es esto?, bueno, pues básicamente es que el fabricante te cubre cualquier defecto que presente el auto en alguna de sus piezas clave como el motor, la transmisión o hasta en algunos accesorios. Sin embargo, el tiempo de vigencia de la garantía varía de acuerdo con el fabricante, lo más común es que te lo expresen en años o en kilómetros recorridos, por ejemplo, tienes una garantía de 3 años o 60 mil kilómetros, lo que suceda primero. Una vez cumpliéndose el periodo de la garantía, puedes pagar para “extender” la vida de tu garantía y que te cubra unos años o kilómetros más, este es un buen truco para mantener el valor del auto y poderlo vender a buen precio. ¡Ojo! La validez de la garantía puede estar sujeta a condiciones, es decir, puedes llegar a perderla si no llevas el auto a su mantenimiento periódico o lo llevas a un taller no certificado y que no pertenece a la armadora. Por ello es muy importante que revises bien los términos y condiciones de la garantía. Este es uno de los beneficios más importantes que obtienes al comprar un auto nuevo de agencia, ya que te ahorras una buena lana si tu auto presenta alguna falla.

Ahora hablemos del mantenimiento. ¡Tu auto también necesita que le des unos cariñitos de vez en cuando para que esté siempre en condiciones óptimas! Para esto, lo más común es que lo lleves al taller cada año o cada 15 mil kilómetros. Inclusive, yo te recomiendo que le hagas una revisión siempre que vayas a hacer un viaje largo por carretera. El mantenimiento de tu auto lo puedes hacer ya sea directamente con tu agencia o en un taller independiente. Una de las principales diferencias es que al ir con la agencia las refacciones son de fábrica, y están garantizadas tanto las piezas como las reparaciones; además, como te dije antes, este es un punto importante para mantener la garantía general de tu auto.

Ahora ya conoces sobre las garantías y mantenimientos de un auto. Recuerda siempre revisar muy bien los términos y condiciones que aplican para que puedas aprovechar al máximo tu auto.

Si quieres que una relación funcione a largo plazo hay que fundamentarla en cimientos sólidos, incluyendo los factores financieros. Pero, ¿cómo hablar de dinero sin generar tensiones?

Ya sea que estés casado o en planes de hacerlo, incluso si apenas estás comenzando a formalizar una relación, siempre es bueno aclarar tu situación financiera y hablar de tus hábitos en el manejo del dinero. No vean esto como un tema tabú, es, por el contrario, una herramienta que les ayudará a alcanzar sus metas y cumplir los sueños individuales y compartidos.

Entonces, primero que nada, es muy importante que se pregunten de forma individual cómo se imaginan en el futuro. Deben de estar remando para el mismo rumbo, para lo cual es necesario alinear estos proyectos y definir para qué están ahorrando, qué quisieran tener, cómo les gustaría vivir y no se olviden de hablar de sus expectativas financieras.

No existe la persona perfecta, y en las finanzas esto no es la excepción. Por ello deben tener en cuenta que hay que ser completamente transparentes y honestos en este tema. Ojo, no hagan de la comunicación una declaración fiscal, moderen sus palabras y formas de preguntar las cosas para que el otro no sienta una agresión o que está siendo juzgado. Cambia el “¿ya pagaste?” por “¿cómo van nuestros gastos, contamos con lo necesario para cubrir el mes?” Así podrán desencadenar un diálogo más abierto en torno a los planes y necesidades económicas a corto, mediano y largo plazo.

Pero, antes de aventarte a hablar este tema con tu pareja, medita también estas consideraciones:

1. Está bien no estar de acuerdo en todo. Las personas valoramos de forma distinta el dinero, por ejemplo, puede que hayan platicado sobre comprar un televisor, pero cada quien tiene en mente precios muy diferentes para ese gasto. Necesitan comprender por qué la otra persona piensa así y, tras analizar los pros y contras, tomar la decisión juntos. 

2. Si algún gasto te molesta, dilo, no dejes que se acumulen los disgustos. Probablemente luego puedes hacer un escándalo y cuestionar todas las decisiones financieras de tu pareja de un jalón, y él o ella estarán confundidos dado que desde hace tiempo han venido actuando de la misma forma y nunca habías dicho nada.

3. Reconozcan las fortalezas de cada uno. En todooo. Puede ser que en la relación uno sea más impulsivo, emocional con sus gastos, y el otro más moderado o práctico. Mediten en manos de quién estaría mejor dejar ciertas decisiones, véanlo como un proyecto en conjunto.

4. No mientan. Quizás de pronto consideres que tu pareja no se dará cuenta si hiciste alguna compra, o prefieras guardarte alguna opinión sobre algún gasto que consideras innecesario pero tu pareja valora. No caigas en la infidelidad financiera. Hablen y acepten siempre decir la verdad.

5. Mantengan el respeto. Puede que en algún momento los ingresos de uno se vean afectados y caigan, ya sea porque perdió el trabajo o se comprometa con un gasto fuerte para seguir creciendo en su carrera o como persona. Nunca dejen de apoyarse y motivarse siempre, recuerden tener empatía por los sentimientos del otro.

 Por último, ¡no pierdan piso con lo que en realidad les alcanza! Sean conscientes y planificados. No le teman a hablar de dinero, y fortalezcan su relación con un manejo sano de las finanzas.

El puro nombre ya asusta a unos cuantos, pero aquí vamos a aclarar de una vez de qué trata este ente que “aterra” a muchos emprendedores.

El Buró de Crédito es una Sociedad de Información Crediticia (SIC), es decir, se dedica a generar todo un historial de los usuarios que entran al sistema financiero, y esta información es compartida con los otorgantes de créditos.

Entonces, como puedes imaginar, las instituciones financieras son quienes usan estas SIC y también quienes las alimentan con la información de sus clientes. Pero, como lo haría cualquier persona, estas instituciones revisan qué tan limpio es el historial de alguien que solicita un crédito, es decir, qué tan bueno o malo es pagando sus deudas. ¿O apoco tú le prestarías dinero a alguien así como así?

Muchos temen a “estar en el buró”, pero la verdad es que todos los que hayamos adquirido un crédito alguna vez estamos ahí. No es algo negativo, ni significa que eres una persona financieramente inestable. Pero ojo, si no cuidas tus hábitos en la administración de tus pagos y eres moroso, las empresas lo sabrán.

Ahora, si por algún descuido o circunstancia del destino incumpliste con un pago mensual, no te preocupes, pero intenta ponerte al corriente cuanto antes.

El Buró no es el villano en una historia de terror, sino más bien es quien guía y advierte a las instituciones sobre quiénes son candidatos de riesgo, para no otorgarles un crédito. Recuerda, tus acciones, y pagos puntuales, hablan mucho de ti.

Imagínate que ya estás por comprar tu auto, ya viste uno que te gustó, lo probaste y te decidiste. Pero ahora revisas tus números y te topas con que no completas el dinero para comprarlo. Entonces te ofrecen un financiamiento, y tú te acuerdas de haber escuchado esa palabra en algún lugar, sólo que no sabes exactamente a qué se refiere, peor aún, no sabes cómo sacarle el máximo provecho. Bueno pues no te preocupes que ahora te explico cómo funciona un financiamiento de auto y cómo aprovecharlo al 100. ¡Empecemos!

Primero que nada, un financiamiento es cuando una institución financiera te presta dinero para que puedas comprar algo, en este caso un auto, nuevo o usado. ¿Cómo funciona?, tú das un enganche, que suele ser entre el 10 y el 30 % del precio total del auto, y el resto lo vas pagando a mensualidades por un plazo definido. ¡Ojo! Obviamente, entre más largo sea el plazo, las mensualidades pueden ser más bajas, pero terminarás pagando más debido a los intereses. Acuérdate, el tiempo es dinero.

Es importante mencionar que la gran desventaja de comprar un auto financiado en lugar de uno de contado es que terminarás pagando mucho más que el precio regular.

Para elegir bien un plan de financiamiento tienes que comparar algunas cosas: Primero, los costos, aquí entra la tasa de interés, las comisiones y el costo del seguro; segundo, el enganche inicial y las mensualidades que pagaría; y tercero, el plazo del pago.

Uno de los principales beneficios de comprar un auto a crédito es que no te descapitalizas. El tener que pagar de golpe el total de lo que cuesta el auto te puede dejar desprotegido financieramente. Quizás tengas el dinero, pero tal vez prefieres no afectar tus ahorros, o inclusive prefieres invertir ese dinero y sacarle más que lo que te cuesta el financiamiento.

También, acuérdate que un auto pierde valor desde el momento en que sale de la agencia, y con cada día de uso; así que, si lo sacas con financiamiento, el que pierde principalmente es el banco. Si después de un tiempo logras venderlo, quizás llegues a recuperar algo de dinero.

 Para sacarle el mayor provecho a un financiamiento de auto toma en cuenta estas recomendaciones:

1. Intenta dar la mayor cantidad de enganche. Si lo haces vas a reducir lo que te van a prestar y pagarás menos intereses.

2. La institución que te prestó el dinero te obligará a contratar un seguro para el auto, el cual también te ofrecen financiarlo. Te recomiendo que no te ganches con esto y pagues el seguro de contado para que no aumentes los intereses mensuales.

3. Busca que el plazo del crédito no sea mayor a 3 años, acuérdate que entre más tiempo más dinero pierdes en intereses.

4. Por último, haz números de todo lo que conlleva tener el auto para que no haya sorpresas en el futuro. Incluye la mensualidad del crédito, el seguro, las comisiones, la gasolina, mantenimiento, todo, todo, todo. ¡Cuentas claras, finanzas sanas!

Así que ya sabes, hay varias formas de comprar un auto, el financiamiento es una de ellas. Pon en práctica estas recomendaciones para que les saques el mayor provecho.

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Antes de que salgas a la calle a comprar lo primero que se te aparezca en frente tienes que saber una cosa: ¡Comprar un auto es una importante decisión financiera! Así que, si en verdad quieres tomar una buena decisión, hay diferentes cosas que debes analizar primero, pues no se trata solamente de ver cuál modelo es más bonito.

Te guiaré paso a paso por las principales preguntas que debes hacerte en tu proceso de comprar un auto.

Pregunta #1: ¿Para qué quieres el auto?, ¿cuáles son tus principales necesidades?

De entrada, responder esto te dirá el tipo de auto que se ajusta a lo que requieres, pues no es lo mismo querer un auto para moverte al trabajo, que para trasladar material entre sucursales. Así que, ¿qué es lo que más te interesa del auto?, ¿buscas seguridad, confort o tecnología? Hay múltiples opciones en el mercado y todo varía entre marca y marca. Piensa también en cuánta gente piensas subir en él y si lo sacarás a carretera. Es importantísimo partir de nuestras necesidades para ir acotando el universo de autos que existen.

Pregunta #2: ¿Cuál es mi presupuesto?

Aquí ya entramos a temas de lana, ¡ojo!, cuando digo presupuesto me refiero a varias cosas. ¿Recuerdas que dije que comprar un auto es una importante decisión financiera? Al hablar de presupuesto me refiero a considerar toda la inversión que involucra tener un auto, ¡veamos!. Primero, el precio del auto, o sea, hasta cuánto estoy dispuesto a pagar, ya sea de contado o en las mensualidades del financiamiento. Segundo, el precio del seguro, debes revisar con varias aseguradoras para saber cuánto te va a costar y cuál plan te conviene más. Tercero, el costo del mantenimiento, hay que considerar lo que pagarás al año en esta revisión periódica. Cuarto, es muy importante contemplar el valor de reventa del auto, para cuando quieras renovarlo. Por último, también agrega dos cosas más a considerar en esta parte del presupuesto: el rendimiento del auto, que a final de cuentas se verá reflejado en el consumo de gasolina; y el costo de las refacciones, porque puede darse el caso donde llegues a necesitarlas.

Vas a ver que al considerar todo esto tendrás más claridad del tipo de auto que estás buscando. Pero mucho cuidado con algo, acuérdate que, en el tema de los autos, lo barato puede salir muy caro a la larga, invertirle un poco más con tal de garantizar más calidad te puede ahorrar mucha lana en el futuro.

Pregunta #3: ¿Cómo lo voy a pagar, de contado o financiado?

Normalmente hay beneficios para quienes ahorraron y deciden pagarlo todo de un jalón, pero si te decides por un financiamiento, yo te recomiendo que por lo menos des de enganche el 20 % del valor del auto; acuérdate que entre más des al inicio, más te ahorras en intereses, y más bajas pueden ser las mensualidades. Analiza las opciones que se te presentan, pues también en muchas ocasiones puedes aprovechar las promociones, los bonos y hasta los descuentos que algunas compañías aplican si haces una compra financiadas.

Adquirir un auto es una decisión importante en nuestra vida, por lo mismo, merece que le dediquemos el tiempo suficiente para meditar bien todas las variables que entran en juego.

Tómate tu tiempo, revisa tus opciones, haz números y listo. ¡Verás que tomarás una buena decisión!

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