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Convertirte en un adulto no es nada fácil, ahora es momento de hacerte responsable de tu vida, y una de las primeras cosas que debes empezar a hacer es pagar impuestos. ¡SOS! Pero hay que tranquilizarnos, porque esto suele preocupar a muchas personas; aunque, pensándolo bien, cómo no nos va a asustar si nadie nos dice qué son los impuestos, por qué hay que pagarlos ni cómo hacerlo. No te preocupes, yo te enseñaré que no es nada del otro mundo.

Comencemos con lo básico: ¿qué son? Los impuestos son una cantidad de dinero que los ciudadanos deben pagar al gobierno para contribuir con las necesidades de la sociedad. Pensémoslo como una cuota que pagamos a la junta de vecinos para que se lleven a cabo los servicios de limpieza, jardinería y seguridad de nuestra colonia. Solo que en este caso, nuestra colonia puede ser el municipio en el que vivimos, nuestro estado o nuestro país. Es cierto que a nadie nos gusta la idea de aportar dinero de nuestro bolsillo para que se use en bienes públicos que no estamos solicitando, o incluso es menos agradable pensar en los problemas corrupción, pero los impuestos son muy importantes para el bienestar y crecimiento de cualquier sociedad, pues también son instrumentos para mantener la economía en crecimiento, o para desincentivar el uso de productos contaminantes, en fin.

Ahora, ¿de dónde vienen? Pues bien, el gobierno tiene distintos mecanismos para cobrar impuestos. El más común y que la mayoría conocemos es el IVA (Impuesto sobre el valor agregado), este se aplica directamente al consumo, es decir, se paga al consumir un producto o servicio. En México este es del 16% del costo del producto, es decir, si vale $100 pagaremos $116, siendo los $16 el impuesto que va para el gobierno.

Otro impuesto es el ISR (Impuesto sobre la renta), el cual se cobra sobre tu ingreso, y este no tiene un porcentaje fijo, sino que varía en relación a lo que ganas, entre más ingresos mayor será la tasa de pago.

También está el IEPS (Impuesto especial sobre producción y servicios) que se utiliza para los productos que contaminan el ambiente, o que pueden dañar la salud, como bebidas alcohólicas o comida chatarra. Estos se utilizan para encarecer los productos y disminuir su consumo. ¡Ojo! Estos productos tienen IVA e IEPS.

Otros impuestos son la tenencia y el refrendo de los carros o el predial de las casas. Como ves, nos enfrentamos a muchos tipos de impuestos y hay que pagarlos todos, no solo por el bien social sino porque si no lo haces incurres en un delito.

Así que finalmente llegamos a: ¿cómo debo pagar estos impuestos? 

En algunos casos como el IVA e IEPS lo pagas al adquirir el producto o servicio, y el proveedor se responsabiliza de entregar ese dinero al gobierno. En el caso de impuestos sobre tu propiedad, como la tenencia, debes acudir directamente a la dependencia correspondiente para pagarlos, o incluso puedes hacerlo en línea. Para el caso del ISR, debes presentar tu declaración anual de impuestos, aunque algunas empresas suelen hacer esto para sus empleados que están asalariados; pero si recibes otros ingresos por honorarios, de rentas o de otros tipos debes presentar tu declaración ante el SAT. Hoy en día puedes hacerlo desde el portal, ellos te asesorarán en el proceso de registro e incluso de deducción, ¡acércate y pregunta! 

¿Ya has escuchado este término? El bootstrapping es una expresión inglesa para hablar de emprender un negocio con los recursos que están a tu alcance, implica todo un conjunto de técnicas para el desarrollo de ideas y la producción con muy bajo coste.

Como puedes imaginar está pensado para microemprendedores que quieren permanecer solos, y para emprendedores que desean comenzar en pequeño pero con la idea de desarrollarse cada vez más. 

La clave del bootstrapping es, por esencia, el emprender sin o con muy pocos recursos, y es una experiencia muy retadora, pues se trata de optimizar de verdad lo poco que se tiene. Para iniciar como bootstrapper se requiere de mucho ingenio, y esfuerzo, pues hay que exprimir lo que te rodea para poder aprovecharlo; y a su vez, necesita de mucha disciplina e investigación, ya que tú mismo debes evaluar el mercado y qué impacto tendrá en él tu producto. Recuerda, bajo este método no tienes capital para asesorarte.

Entonces, ¿qué cualidades crees que debería tener un bootstrapper? pues, primero que nada creatividad, para hacer de lo mínimo un producto; luego, disciplina, para dedicarse a aprender y desarrollar algo por cuenta propia; y finalmente, una excelente consciencia financiera, pues, al no contar con un financiamiento externo debe minimizar lo más posible sus gastos, enseñarse a ahorrar e incluso a cuándo es necesario contraer una deuda, solo así podrá poner en marcha su negocio y hacerlo con seriedad, para que al primer mes no desaparezca lo poco que tenían de capital.

Después de la crisis de los ochenta, el presidente Carlos Salinas de Gortari llevó a cabo varias reformas que ayudaron a la recuperación económica. Entre las más importantes destacan la reprivatización de la banca y la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, o TLCAN. Con este tratado se dejó totalmente atrás el modelo de sustitución de importaciones que se había seguido desde hace varias décadas. Otro cambio estructural que hizo Salinas de Gortari fue otorgarle autonomía al Banco de México, lo que permitió un mejor manejo de la política monetaria del país.

Estos cambios mejoraron el desempeño de la economía mexicana, pues se logró controlar la inflación y se redujo la deuda del país. Sin embargo, la reprivatización de la banca no se implementó de la manera adecuada, ya que existieron muchas fallas y falta de transparencia durante el proceso. Así, el sistema financiero quedó muy vulnerable, por lo que nuevamente empezaron los problemas en la balanza de pagos y el tipo de cambio. Además, a inicios del 94 ocurrió el levantamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional en Chiapas, que era en sí una manifestación clara de la desigualdad que se vivía en el país. Posteriormente ocurrió el asesinato de Luis Donaldo Colosio, candidato a la presidencia del PRI, que desató la fuga de capitales. Con todos estos problemas estalló la crisis del 94.

A pesar de lo grave que fue esa crisis, México logró recuperarse rápidamente gracias a préstamos de instituciones como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial e incluso el mismo gobierno de EUA, por el interés que había en el TLCAN. En estas mismas fechas ocurrió el rescate bancario a través del Fobaproa, una de las decisiones más controvertidas del Gobierno.

Fue durante la administración de Ernesto Zedillo que empezó y terminó la crisis, pero el descontento de la gente por 71 años de mandato priista fue lo que provocó que este partido perdiera las elecciones del 2000. Así, Vicente Fox, candidato del PAN, se convirtió en presidente.

Después de Fox, Felipe Calderón ganó las elecciones del 2006, una diferencia muy pequeña ocasionó grandes protestas en todo el país a cargo de quien era otro candidato, Andrés Manuel López Obrador. Durante la gestión de Calderón comenzó la guerra contra el narcotráfico y se disparó la tasa de homicidios. También se enfrentó a la Gran recesión del 2008, a través de políticas anticíclicas que aumentaron la deuda nacional. Por otro lado, se consiguió atención médica universal a través del Seguro Popular, se estableció ProMéxico y se crearon dieciséis nuevas Áreas Naturales Protegidas.

En 2012, sucedió al poder Enrique Peña Nieto, devolviendo la presidencia al PRI. La administración de Peña estuvo marcada por las reformas estructurales, la volatilidad del tipo de cambio y el gasolinazo que disparó la inflación en enero de 2017; también se le reconoce haber enfrentado eventos internacionales como el Brexit, el triunfo del presidente de estadounidense Donald Trump y la renegociación del TLCAN.

En la actualidad es Andrés Manuel López Obrador quien gobierna México. Su triunfo en las elecciones destaca por ser la primera vez que México tiene un gobierno de izquierda, lo cual ha despertado debates y desacuerdos entre varios grupos. ¿Qué se ha hecho durante su gestión? Bueno, hasta ahora se han disminuido los sueldos de varios funcionarios públicos y aumentado el salario mínimo; también se canceló el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAIM); hubo un ataque frontal al huachicol, lo cual provocó el desabasto de gasolina en varios estados; renunció su Secretario de Hacienda; se enfrentó una pandemia y se contrajo el PIB.

Como ya nos hemos puesto al día, este es el capítulo que concluye la breve serie sobre nuestra historia económica. Todavía faltan algunos años de este gobierno y habrá que mantenernos informados sobre los nuevos sucesos, pero eso sí, sin olvidar las lecciones del pasado. Ser conscientes de lo que como pueblo hemos vivido nos permitirá evaluar críticamente las decisiones del presente que marcarán nuestro futuro.

Después de la Segunda Guerra Mundial disminuyeron las exportaciones de México, aumentaron las importaciones y salieron capitales del país, lo que condujo a una situación desfavorable en la balanza de pagos y en el tipo de cambio. Para corregir la situación, México implementó políticas proteccionistas, como los aranceles y cuotas de importación, con ello buscaba favorecer a las empresas mexicanas frente a las extranjeras. Con esto, comenzó el proceso de sustitución de importaciones y el Milagro Mexicano.

Durante los años sesenta México creció a un 7.1 % anual, la inflación fue solo del 2.8 %, el empleo siguió creciendo, aumentó la inversión y el tipo de cambio se mantuvo estable. También creció la clase media, el PIB per cápita y la urbanización. Debido a este gran avance económico se le denominó a este período como la época del Desarrollo Estabilizador. Además, como no era una tendencia que los demás países de Latinoamérica siguieran, sino que era exclusiva de México, también se le conoce como el Milagro Mexicano.

¿Y cómo es que se logró todo esto? Bueno, pues, después de las políticas proteccionistas que se implementaron tras la Segunda Guerra Mundial, comenzó la sustitución de importaciones, con lo cual se buscaba que todos los productos que adquirieran los mexicanos fueran hechos en México, y no importados de otros países. Esto apoyaría a las empresas locales, aumentando la demanda de sus productos y con ello el empleo, creando así un círculo virtuoso.

Sin embargo, no es así de fácil; cuando se protege demasiado a una empresa pierde sus incentivos para innovar y desarrollar nuevas tecnologías, pues no hay nadie que le haga competencia, entonces se empieza a volver poco productiva y comienza a depender de subsidios gubernamentales para seguir operando. También se crean monopolios que afectan sobretodo a los consumidores, y provocan la desigualdad entre la población.

Aunado a lo anterior, abro paréntesis para explicar que hay dos tipos de bienes: los finales y los intermedios. Los finales son los productos terminados que llegan al consumidor, como las computadoras, mientras que los bienes intermedios son los que se utilizan para llegar al producto final y que generalmente compran las empresas, como maquinaria o los componentes electrónicos de las computadoras. Sustituir las importaciones de los bienes finales es mucho más sencillo que hacerlo para los bienes intermedios, pues estos últimos generalmente requieren del desarrollo de la tecnología. Como no había nada que incentivara la innovación en México, y además las empresas existentes estaban protegidas de la competencia, llegó un punto en que esta política no pudo sostenerse más.

Por esta razón las importaciones comenzaron a aumentar de nuevo, y el gobierno se empezó a endeudar con el extranjero para proteger el tipo de cambio. Luego, EUA subió su tasa de interés y esto aumentó lo que México debía pagar. Comenzó así la crisis de la deuda externa, y se volvió tan grave que el presidente en ese entonces, José López Portillo, decidió nacionalizar la banca el 1 de septiembre de 1982, acusando a los bancos de no respetar el tipo de cambio establecido por el Gobierno. Esto creó desconfianza y rompió la relación entre el sector público y el privado.

Para enfrentar la crisis de la deuda, el presidente sucesor, Miguel de la Madrid, decidió abrir la economía al comercio internacional y crear el Pacto de Solidaridad Económica, con el cual se buscaba reducir la inflación y aumentar el crecimiento del PIB. Para ello, se redujo el gasto público, se aumentaron los impuestos y los salarios, y finalmente se fortaleció la apertura comercial de México. El Pacto fue exitoso, pero no logró recuperar el crecimiento del PIB de los años anteriores. Es en este contexto cuando, en 1988, entra Carlos Salinas de Gortari al poder.

En 1934, el general Lázaro Cárdenas del Río asumió la presidencia de México y trajo consigo muchos cambios. Como sabes, uno de los eventos más relevantes fue la expropiación petrolera en 1938, algo por lo que se había estado luchando desde 1914, gracias a esto, el petróleo pasó a ser uno de los ingresos más importantes para México. Además, durante la administración de Cárdenas, también se ejecutó una reforma agraria, donde se repartieron dieciocho millones de hectáreas a un millón de familias. Con estos dos cambios significativos, por parte del gobierno comenzó un mayor gasto en infraestructura, y aumentaron los programas sociales. Así, el papel del Estado se transformó con el fin de tener más participación dentro de la economía de México.

Con más gasto en infraestructura, el sector privado pudo aumentar su inversión en capital. Además, desde el Porfiriato y la Revolución, las empresas tenían más capacidad de la que utilizaban, y con las buenas expectativas del Cardenismo pudieron aprovecharla. Recordemos también que el peso mexicano se había devaluado frente al dólar estadounidense como efecto de la Gran Depresión, por ello, era más barato comprar los productos fabricados en México que importarlos de otros países; y como las empresas mexicanas ya podían satisfacer toda la demanda del país, el sector industrial creció rápidamente.

¿Cómo pudo Lázaro Cárdenas lograr este avance para el país en solo seis años? Pues bueno, en ese contexto la economía ya se estaba recuperando de la Gran Depresión, por lo que los ingresos fiscales aumentaron lo suficiente para hacer frente a todos los gastos en infraestructura y programas sociales. Además, por la crisis, los precios de la tierra y la industria petrolera habían caído, por lo que Cárdenas pudo comprarlas a bajo costo para llevar a cabo las dos reformas que comentamos al inicio. Es importante mencionar que todo esto no se habría logrado si Cárdenas no hubiese concentrado el poder de la presidencia, por lo que durante su gestión cambió a gobernadores y militares, e incluso expatrio al expresidente Plutarco Elías Calles para evitar su influencia. Finalmente, a excepción de la crisis de 1938, cuando se tuvo que monetizar la deuda, Cárdenas actuó con bastante prudencia en cuanto al gasto gubernamental, ya que este nunca representó un gran porcentaje del PIB.

Bajo este ambiente de crecimiento industrial fue que estalló la Segunda Guerra Mundial, este conflicto aumentó la demanda externa de los productos mexicanos, pues los otros países en guerra no podían producir lo suficiente. Además, muchos inversionistas retiraron su capital de los países en guerra, debido a la inestabilidad, y lo trajeron a México. Con esto, nuestro país ahora vendía más al extranjero, por los que recibía más y más capital. Lo anterior permitió que se siguiera invirtiendo en infraestructura, así se formó una alianza entre el sector público y privado nunca antes vista.Sin embargo, al culminar la SGM los capitales extranjeros salieron rápidamente de México para regresar a sus países, y la demanda externa cayó debido a que el mundo retomó su producción. Asimismo, durante el período que duró la guerra los mexicanos acumularon mucho dinero que no habían podido gastar, por lo que comenzaron a importar más productos del extranjero en cuanto pudieron. Todo esto deterioró nuestra balanza de pagos y el peso, nuevamente, se comenzó a devaluar. Para revertir esta situación, el Gobierno decidió implementar algunas políticas proteccionistas que ayudaran a las empresas mexicanas a competir con las extranjeras, ejemplo de ello son los aranceles o cuotas de importación. Con estas nuevas políticas, comienza el Milagro Mexicano.

Situémonos en el contexto mexicano de inicios de siglo XX, Porfirio Díaz llevaba décadas apropiándose del poder, el pueblo exigía entonces una democracia, los campesinos e indígenas luchaban por recuperar las tierras que les habían quitado, además, miles de trabajadores se encontraban en huelgas por garantizar sus derechos laborales.  En este panorama comienza la Revolución Mexicana el 20 de noviembre de 1910. La historia ya la conoces, en medio de este conflicto, Díaz abandona su cargo y decide exiliarse en Francia; su salida fue más o menos pacífica y no afectó en gran medida las finanzas del país. Por el contrario, cuando el nuevo dirigente, Francisco I. Madero, no cumplió las demandas de ciertos grupos poblacionales, estalló entonces la parte costosa de esta batalla.

Se llevó a cabo un golpe de Estado organizado por Victoriano Huerta, quien comenzó a imprimir más y más billetes para financiar su movimiento. Poco después, los otros ejércitos revolucionarios ya tenían sus propias monedas que imprimían a gusto para costear la guerra. Como podrás imaginar, esto disparó la inflación y creó un enorme problema en el sistema financiero, pues ahora existían diferentes monedas circulando en el mismo país.

Otro aspecto para considerar fue que se detuvo la actividad económica, pues, cuando los revolucionarios tomaron los ferrocarriles para transportar a sus ejércitos, ya no era posible que estos medios cumplieran su objetivo comercial de trasladar personas y productos. Por si fuera poco, en este conflicto murieron más de un millón de mexicanos, convirtiéndose en una de las guerras con mayor costo de vidas humanas en la historia de México.

A pesar de todo, la revolución logró satisfacer las demandas sociales que la originaron, por ejemplo, con ella los trabajadores adquirieron derechos de expresión mediante huelgas, así como el salario mínimo; pero principalmente se logró la anhelada democracia.

Este conflicto no tuvo grandes destrucciones de capital físico, por lo cual la economía consiguió recuperarse con rapidez. A la par, en el mundo acontecía la Primera Guerra Mundial, y México se benefició dado el incremento en su demanda de exportaciones; estos dos factores fueron clave para un crecimiento económico acelerado del país.

 Tras concluirse la guerra de revolución, la economía fue creciendo a pasos chicos. Aún existía incertidumbre sobre algunos artículos de la nueva Constitución de 1917, se tenía que desmilitarizar al país para evitar otro conflicto armado, y se incrementó el número de huelgas. En esta etapa la minería se convirtió en una de las actividades económicas más importantes, junto con la construcción. 

Uno de los cambios más significativos de este periodo fue la fundación del Banco de México, Banxico, en 1925, bajo el gobierno de Plutarco Elías Calles. Este nuevo organismo logró resolver el problema de las diferentes monedas que comentamos anteriormente, y se convirtió en la autoridad monetaria del país, cargo que desempeña hasta el día de hoy.

La economía estaba recuperándose hasta que surgió la recesión de 1926 en EUA, seguida de la Gran Depresión de 1929. Este suceso provocó la disminución de la actividad económica de México, y con ella, el decrecimiento de su PIB. Enfrentar esta situación fue sumamente difícil porque solamente podía usarse la política fiscal. Fue a partir del fallo de esta política que se adquirieron herramientas de política monetaria útiles para el Banco Central. Es después de este suceso, en 1934, que entra Lázaro Cárdenas al poder.